Friday, February 25, 2011

Continúa el cuento

El campesino al tocar la enorme vasija comprobó que era suave como el algodón, luminosa como el sol, resistente como el hierro y ligera como el viento. Él jamás había visto nada parecido. Claro que él no sabía mucho de alfarería.

A pesar de la intriga que sentía por conocer la opinión del alfafrero de la aldea, siguió cavando y trabajando en su huerto hasta la puesta de sol. Pero sus ojos volvían una y otra vez hacia el lugar de la vasija, era como si un fuerte imán lo atrajese hacia ella.

Al caer sobre su piel curtida los últimos rayos de sol, recogió sus aperos, tapó con un poco de tierra, de nuevo la vasija y se dirigió con pasos cansados y amplia sonrisa hacia la aldea.......


Consejo para continuar: Jorge ha sido el que mejor se ha ajustado al texto. Recordad que una buena comprensión lectora es aquella que nos permite continuar una historia con los hechos más importantes que ocurren: en este caso es que el material del que está hecha la vasija es diferente a lo que conocía el labrador. Escribid un comentario para continuar con la historia (añadid vuestro nombre).

6 comments:

yesica 5ºb said...

Jorge lo ha hecho muy bien asi que enhorabuena.

Jorge.C said...

¡Muchas gracias directora!

He aquí que, una vez, un campesino, cavando , cavando en su huerto encontró una jarra grande como una casa, y de una especie de arcilla muy extraña. El campesino al tocar la enorme vasija comprobó que era suave como el algodón, luminosa como el sol, resistente como el hierro y lijera como el viento. Él jamás había visto nada parecido. Claro que él no sabía mucho de alfarería.

A pesar de la intriga que sentía por conocer la opinión del alfarero de la aldea, siguió cavando y trabajando en su huerto hasta la puesta de sol. Pero sus ojos volvían una y otra vez hacia el lugar de la vasija, era como si un fuerte imán lo atrajese hacia ella.

Al caer sobre su piel curtida los últimos rayos del sol, recogió sus aperos, tapó con un poco de tierra, de nuevo la vasija y se dirigió con pasos cansados y amplia sonrisa hacia la aldea, pero por la noche no podía dejar de pensar en esa vasija, a si que se fue a desenterrarla, pero...¡La vasija había cambiado! Ahora era lo contrario de lo que era antes, era aspero, oscura y frágil.

Entonces, al día siguiente fué a la alfarería para que la investigase, y era... ¡MÁGICA!

Después la frotó para limpiarla y derrepente salió un genio mágico y se escapó.

Años después lo encontró, lo metió en la vasija, y rompió la vasija para asegurarse de que no volviese a salir nunca más.
Años más tardes escavando unos arqueólogos encontraron los trozos de la vasija y la reconstruyeron, y volvió a salir el genio que les concedio por haber reconstruido la vasija le concedió tres deseos tres deseos:
-Uno fué que no se morirnos nunca. Y al rato se sintieron con la vitalidad de unos jóvens de unos veinte años más o menos.
-El otro deseo, serguir siendo unos arqueólogos famosos.
-Y el último hacernos un gran museo famoso que no sea destruido por nada del mundo.

Nada más hacer los tres deseos el genio desapareció. Y la vasija fué expuesta en el gran museo.

Jorge.C said...

¡Muchas gracias directora!

He aquí que, una vez, un campesino, cavando , cavando en su huerto encontró una jarra grande como una casa, y de una especie de arcilla muy extraña. El campesino al tocar la enorme vasija comprobó que era suave como el algodón, luminosa como el sol, resistente como el hierro y lijera como el viento. Él jamás había visto nada parecido. Claro que él no sabía mucho de alfarería.

A pesar de la intriga que sentía por conocer la opinión del alfarero de la aldea, siguió cavando y trabajando en su huerto hasta la puesta de sol. Pero sus ojos volvían una y otra vez hacia el lugar de la vasija, era como si un fuerte imán lo atrajese hacia ella.

Al caer sobre su piel curtida los últimos rayos del sol, recogió sus aperos, tapó con un poco de tierra, de nuevo la vasija y se dirigió con pasos cansados y amplia sonrisa hacia la aldea, pero por la noche no podía dejar de pensar en esa vasija, a si que se fue a desenterrarla, pero...¡La vasija había cambiado! Ahora era lo contrario de lo que era antes, era aspero, oscura y frágil.

Entonces, al día siguiente fué a la alfarería para que la investigase, y era... ¡MÁGICA!

Después la frotó para limpiarla y derrepente salió un genio mágico y se escapó.

Años después lo encontró, lo metió en la vasija, y rompió la vasija para asegurarse de que no volviese a salir nunca más.
Años más tardes escavando unos arqueólogos encontraron los trozos de la vasija y la reconstruyeron, y volvió a salir el genio que les concedio por haber reconstruido la vasija le concedió tres deseos tres deseos:
-Uno fué que no se morirnos nunca. Y al rato se sintieron con la vitalidad de unos jóvens de unos veinte años más o menos.
-El otro deseo, serguir siendo unos arqueólogos famosos.
-Y el último hacernos un gran museo famoso que no sea destruido por nada del mundo.

Nada más hacer los tres deseos el genio desapareció. Y la vasija fué expuesta en el gran museo.

Anonymous said...

anda jorge has puesto otro cuento
la verdad es que me gusta mas este
vaya imaginación que tienes
yesica 5b

Anonymous said...

jorge me ha encantado que bonito y ¡ah! que imaginación. nagore 5B

sheila said...

que bien lo hiciste JOrge